Mann y Hesse pasan a la historia como los dos últimos representantes de la vieja llama literaria alemana, defensores del humanismo, adoptaron como misión esparcir las tradiciones y cultura germanas. Hesse escribió hasta los 64 años, y Mann hasta los 80, en la correspondencia tardía podemos leer cómo los diferentes achaques de la vejez los traían mal. La última correspondencia entre los dos se dio a la muerte de Mann, donde Hesse expresa sus condolencias, alaba, y se despide de su gran amigo:
Sils Maria, 13 de agosto de 1955
Con profundo pesar me despido aquí de Thomas Mann, del amigo querido y gran compañero, del maestro de la prosa alemana, de un hombre a quien pese a todos los honores y éxitos muchos desconocieron. Toda la ternura, fidelidad, responsabilidad y capacidad de amar que se ocultaban bajo su ironía y virtuosismo -cualidades totalmente incomprendidas por el gran público alemán durante decenios-, habrán de mantener vivos su obra y su memoria mucho más allá de nuestra confusa época.Hermann Hesse
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