miércoles, 27 de agosto de 2014

Las alas del deseo de Peter Handke




 " Cuando el niño era niño andaba con los brazos colgando, quería que el arroyo fuera un río, que el río fuera un torrente y que este charco fuera el mar. Cuando el niño era niño no sabía que era niño, para él todo estaba animado, y todas las almas eran una. Cuando el niño era niño no tenía opinión sobre nada, no tenía ninguna costumbre, se sentaba en cuclillas, tenía un remolino en el cabello y no ponía caras cuando lo fotografiaban.
(...)
Cuando el niño era niño no podía pasar las espinacas, los porotos, el arroz con leche y la coliflor salteada. Ahora se lo come todo, y no porque lo obliguen. Cuando el niño era niño despertó una vez en una cama extraña, y ahora una y otra vez. Muchas personas le parecían bellas, y ahora sólo con suerte. Imaginaba claramente un paraíso, y ahora apenas puede intuirlo. Nada podía pensar de la nada, y hoy esta idea lo estremece. Cuando el niño era niño jugaba con entusiasmo, y ahora se sumerje en sus cosas como antes, sólo cuando esas cosas son su trabajo.
(...)
Cuando el niño era niño, las manzanas y el pan le bastaban de alimento, y todavía es así. Cuando el niño era niño, las bayas le caían en la mano sólo como caen las bayas, y ahora todavía lo hacen. Las nueces frescas le ponían áspera la lengua, y todavía es así. Encima de cada montaña tenía el anhelo de una montaña más alta, y en cada ciudad el anhelo de una ciudad más grande, y siempre es así todavía. En la copa del árbol tiraba de las cerezas con igual deleite como hoy todavía lo sigue haciendo. Se asustaba de los extraños, y todavía se asusta; esperaba las primeras nieves, y todavía las espera. Cuando el niño era niño, lanzó un palo como una lanza contra un árbol, y aún hoy vibra todavía.
"


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