jueves, 25 de julio de 2013

Percy Shelley- Para Fanny Godwin



" Su voz tembló cuando nos separamos,
y aunque no supe que su corazón estaba roto
hasta mucho después, me fui sin atender
las palabras que entonces nos dijimos.

¡Sufrimiento, oh sufrimiento
este mundo es demasiado ancho para tí!
"

La caída de los gigantes de Ken Follet

Caminatas en Alemania e Italia, en 1840, 1842 y 1843 (Rambles in Germany and Italy, in 1840, 1842, and 1843) es un libro de viaje de la escritora británica del Romanticismo Mary Shelley.


Publicado en 1844, es la última de sus obras que se llevó a la imprenta. El texto, publicado en dos volúmenes, describe dos viajes por Europa de Mary Shelley junto a su hijo, Percy Florence Shelley, y a varios de sus amigos de la universidad. Mary Shelley había vivido en Italia con su esposo, Percy Bysshe Shelley, entre 1818 y 1823. Para ella, Italia estaba asociada tanto con la felicidad como con el duelo: había escrito muchas obras durante su estadía en el país pero también había perdido a su esposo y a dos de sus hijos. Por lo tanto, aunque si bien estaba ansiosa por regresar, el viaje se vio marcado por la pena. Shelley describe a su viaje como una peregrinación, la cual ayudaría a curar su depresión. Al final del segundo viaje, Mary Shelley pasó un tiempo en París y se asoció al movimiento «Joven Italia», conformado por exiliados italianos que estaban a favor de la independencia y unificación de Italia. La atrajo un revolucionario en particular: Ferdinando Gatteschi. Para ayudarlo con sus finanzas, Shelley decidió publicar Caminatas. Sin embargo, Gatteschi no se mostró satisfecho con la ayuda de Shelley y trató de chantajearla. La autora se vio obligada a recuperar las cartas personales que le había escrito a Gatteschi con la intervención de la policía francesa.Shelley diferencia su libro de viaje del resto por presentar el material de una manera que ella describe como «un punto de vista político». Al hacerlo, desafía la convención de principios del siglo XIX que dictaba que no era apropiado para una mujer que escribiese sobre política, continuando la tradición de Lady Morgan y de Mary Wollstonecraft, su madre. El objetivo de Shelley era que los revolucionarios italianos, tales como Gatteschi, sintiesen empatía con Inglaterra. Se pronuncia en contra del poderío imperial de Austria y de Francia sobre Italia y critica la dominación de la Iglesia Católica. También describe a los italianos como poseedores de un potencial para la grandeza aún sin descubrir y su deseo de libertad. Aunque si bien la misma Shelley consideró «pobre» a su obra, los críticos la elogiaron, destacando su independencia de pensamiento, su ingenio y su sentimiento. Los comentarios políticos sobre Italia por parte de la autora fueron elogiados en forma especial, particularmente porque los había escrito una mujer. Sin embargo, durante gran parte de los siglos XIX y XX, Shelley sólo fue recordada como la autora de Frankenstein y como la esposa de Percy Bysshe Shelley. Caminatas no volvió a imprimirse hasta el auge de la crítica hacia la literatura feminista de la década de 1970, cuando renació el interés generalizado en la obra completa de Shelley.

Los dos volúmenes de Caminatas están divididos en tres partes. La primera parte, incluida en el primer volumen, describe el viaje de cuatro meses de duración de Mary Shelley, Percy Florence y sus amigos universitarios en 1840. La segunda y la tercera parte, que abarcan parte del primer volumen y todo el segundo, describen el viaje de catorce meses de Mary Shelley, Percy Florence, Alexander Knox y otros amigos de la universidad en 1842 y 1843. En la segunda parte se describen los sucesos de junio a agosto de 1842 y en la tercera, los de agosto de 1842 a septiembre de 1843. Todas las partes están escritas de forma epistolar y abarcan un amplio rango de temas: «incluyen narraciones personales de las dificultades del viaje, de la salud inestable, de los problemas de dinero; comentarios sobre los consejos de [John] Murray sobre los hoteles, las rutas o los miradores, comprobando que sean válidos; respuestas subjetivas ante las pinturas, las estatuas, las ciudades y los paisajes que ha visto; relatos de sus ocupaciones y sus compañías; disquisiciones históricas sobre temas tales como la lucha del cantón de Tirol contra Napoleón, o los orígenes de la Carbonería; y un análisis fidedigno sobre el estado presente y futuro de la literatura italiana».

Primera parte

En doce cartas conversacionales escritas en primera persona, Mary Shelley narra sus viajes por Europa en 1840 y expresa sus opiniones sobre los alojamientos, los paisajes, las personas, las relaciones económicas entre las clases sociales, el arte, la literatura y los recuerdos de sus viajes de 1814 y 1816 (plasmados en Historia de una excursión de seis semanas). En la primera carta, medita sobre su regreso a Italia:
¿Podrá ser cierto el hecho de que estoy a punto de volver a Italia? ¡Han pasado tantos años desde que abandoné ese país! Allí dejé los restos mortales de mis seres amados: mi esposo y mis hijos, cuya pérdida cambió mi existencia, sustituyéndola, en vez de una paz feliz y de un intercambio de afectos profundos, por años de soledad desolada y de una fuerte lucha contra el mundo; el panorama recién se aclara ahora, cuando veo crecer a mi hijo. El nombre de Italia es mágico ya desde sus sílabas.
Después de desembarcar en Francia, Shelley continúa anticipando felizmente sus viajes y los beneficios que obtendría de ellos. Viajando por Alemania, se queja de la lentitud del viaje pero se muestra contenta al descubrir que sus recuerdos del Rin corresponden a la realidad. Shelley enferma en Alemania y se retira a Baden-Baden para recuperarse. Temerosa del gusto de Percy Florence (nombrado como P- en el texto) por los barcos y el agua, especialmente difícil debido a que su esposo había muerto en un naufragio, se niega a continuar viaje hacia Italia y hacia el lago Como mientras que, al mismo tiempo, lo desea. Después de que Mary recupera su salud y su ánimo, el grupo viaja hacia Italia, en donde la invade la nostalgia:
Para mí, había algo llamativo y particular incluso en los objetos más comunes que me rodeaban... Las cortinas, los lavatorios, todo me parecía familiar en Italia de cuando lo había visto, hacía muchos, muchos años. No los había visto desde aquellos jóvenes y felices días. Me invadieron emociones extrañas e indescriptibles; los recuerdos, ya olvidados, renacieron frescos y fuertes por la mera fuerza de la asociación, producida por esos objetos que aparecían ante mi vista, inspirando una mezcla de placer y dolor, casi llegando a la agonía.
Shelley escribe sobre su felicidad en Italia y su tristeza ante la perspectiva de irse. A finales de septiembre, no llega el dinero que le posibilitaría regresar a Inglaterra, por lo que Percy Florence y sus amigos vuelven sin ella. Finalmente el dinero llega, y viaja sola hacia su país: en las cartas en las que relató el viaje de regreso, describe los paisajes sublimes que recorre, principalmente el Puerto del Simplon y las cascadas en Suiza.

Segunda parte

 
La segunda parte, la cual consiste en once cartas conversacionales, abarcan la primera parte del viaje de Shelley a Europa de 1842, especialmente su travesía desde Amberes hasta Praga; los nombres de las compañías de viaje están cambiados en el texto y raramente se hace alusión a ellas. Habla sobre el arte, en ocasiones ocupando varias hojas para describir una sola obra; sobre los beneficios y desventajas del viaje por ferrocarril contra los carruajes; sobre el carácter alemán y los hábitos de los alemanes; sobre la historia asociada por las vistas naturales que aprecia; sobre el paisaje y el clima; y sobre sus problemas como viajera, como por ejemplo, su incapacidad de hablar alemán, la suciedad de las posadas y los precios exorbitantes para los turistas. Shelley comienza la sección meditando sobre los beneficios de viajar:
Viajar es tanto una ocupación como una diversión, y creo firmemente que si se cambia frecuentemente de sitio también se renueva la salud. Además, puede ser tan agradable como la novedad perpetua: ¿la corriente incansable de las nuevas ideas sugeridas por los viajes? Leemos, para juntar el pensamiento y el conocimiento; los viajes son un libro escrito por el propio Creador, e imparte una sabiduría más sublime que la que puede haber en las palabras impresas de un hombre. Al abandonar el país es posible afligirse, dado que el corazón naturalmente anhela el hogar. Pero para adornar ese hogar con recuerdos, es necesario volar hacia el extranjero desde la colmena, como una abeja, y volver cargada con los dulces de las escenas apreciadas en el viaje; con las aventuras salvajes, que animan el conocimiento y la imaginación, para ilustrar y liberar la mente de los perjuicios del atrofio; para comprender más a nuestro prójimo; para esto sirven los viajes.
Después de recorrer brevemente una serie de ciudades alemanas en tren, carruaje y barco, el grupo llega a Bad Kissingen, en donde decide permanecer por un mes para que Shelley pudiese recuperarse en las termas. Aunque Shelley piensa que las aguas serían eficaces, le irritan las restricciones impuestas sobre los que intentan mejorar su salud, como la imposibilidad de comer exquisiteces. Sus compañeros se frustran cada vez más por el programa y por la falta de entretenimiento en la clínica de recuperación. Después de abandonar Bad Kissingen, el grupo viaja hacia el área que rodea a Weimar, y aprecian lugares asociados con Martin Luther y con los escritores Wieland, Schiller y Goethe. Continúan viaje hacia Berlín y Dresde, en donde se dedican a apreciar el arte y a asistir a la ópera, preparándose para ir a Praga en agosto de 1842.

Tercera parte

Mediante veintitrés cartas conversacionales, Shelley describe sus viajes desde Praga hasta el sur de Italia. Reflexiona sobre los paisajes de las áreas que atraviesa, sobre la historia de Alemania e Italia (como por ejemplo la rebelión de Tirol en abril de 1809 y actividades de la Carbonería), sobre el arte del Barroco y la Italia renacentista, sobre la literatura del país, y ofrece opiniones sobre los gobiernos recientes de Italia, sobre el carácter nacional de alemanes e italianos, y sobre el Catolicismo. También medita sobre los cambios sucedidos en ella misma desde la década de 1820 hasta la de 1840, en particular en relación con su pena:
Muchas escenas, que he visitado y admirado en ese entonces, se han apagado en mi mente, como se derrite una pintura en el Diorama, y otras luchan en el cambiante sondeo; se derrite, y otras luchas en el sondeo que se cambia; pero el camino apareció de una manera tan diferente en mi mente como si hubiese sido atravesado ayer. En esta obra no me detendré significativamente en las circunstancias tristes que nublaron mi primera visita a Venecia. La muerte se cernió sobre la escena. Dentro de mí, en mi 'imaginación', vi a aquellos que partieron mucho antes que yo; y de nuevo me agité por las emociones - por las pasiones - y por aquellas emociones que el corazón más profundo de una mujer puede abrigar- el temor de ver a su niño incluso en ese instante expiró, pero más tarde volvió a tomar posesión de mí.

miércoles, 24 de julio de 2013

"Mujeres de los fiordos", relatos de escritoras noruegas




Esta antología que tenemos entre las manos nos presenta a diez escritoras noruegas contemporáneas, de entre 35 y 85 años, pertenecientes a generaciones y credos literarios muy diversos, pero en las que tal vez podamos también intuir algunos rasgos comunes. Como casi siempre en la literatura, también en estos relatos el tema recurrente son las relaciones humanas. En todos estos cuentos encontramos luces y sombras, otro de los rasgos característicos de la literatura noruega de todos los tiempos. Por lo general, melancolía y realismo aparecen como dos caras de la misma moneda. Los personajes de estos relatos son hombres y mujeres de carne y hueso, con sus anhelos y sus traumas, sus ilusiones y sus decepciones, y una terca búsqueda de algo que proporcione sentido. Autoras como Karin Sveen, Laila Stien, o Beate Grimsrud (y otros nombres impronunciables, desconocidas para la mayoría del público español) son algunas de las que tienen cabida en este libro.
El padre mira fijamente el agua. Con precaución le coloca la mano en el hombro. Todo queda en silencio. El agua se riza levemente delante del embarcadero.
Vemund espera. Algo no va bien. Quiere levantarse, pero no sabe cómo. Si se inclina hacia delante se caerá al agua. El brazo del padre le mantiene sujeto al sitio, no se puede deslizar hacia atrás y salvarse de ese modo, no mientras el padre continúe cerrándole la única salida con su fuerte brazo, y él no sabe nadar, el agua está helada y es profunda, tres metros de profundidad.
‘La Columna’, de Karin Fossum

Gustave Flaubert " La Educación sentimental"



"A principios de aquel invierno, Frédéric y Deslauriers hablaban en el rincón del fuego, reconciliados, una vez más, por el fatalismo de su naturaleza, que los obligaba a reunirse siempre y a amarse.
El uno explicaba sucintamente su ruptura con la señora Dambreuse, que había vuelto a casarse con un inglés. El otro, sin decir cómo fue su matrimonio con la señorita Roque, contaba que su mujer, un hermoso día, se había escapado con un cantante. Para lavarse un poco de aquel ridículo se había comprometido en su gobierno por exceso de celo gubernamental y le habían destituido. Después fue jefe de colonización en Argelia, secretario de un bajá, gerente de un periódico, corredor de anuncios, para concluir empleado de lo contencioso en una compañía industrial.
En cuanto a Frédéric, habiéndose comido las dos terceras partes de su fortuna.
Vivía modestamente. Después se informaron mutamente de sus amigos.
Martinon era, ahora, senador.
Hussonnet ocupaba un alto cargo, donde tenía a su disposición todos los teatros y toda la prensa.
Cisy, metido en la religión y padre de ocho hijos, vivía en el castillo de sus abuelos.
Pellerin, después de haber caído en el fourierismo, la homeopatía, las mesas giratorias, el arte gótico y la pintura humanitaria, se hizo fotógrafo, y sobre todas las paredes de París se le veía representado de frac negro, con un cuerpo minúsculo y una cabeza gorda.
-¿Y tu íntimo Sénécal?-preguntó Frédéric.
-Desapareció; no sé. ¿Y tu gran pasión, la señora Arnoux?
-Debe de estar en Roma con su hijo, teniente de cazadores.
-¿Y su marido?
-Murió el año pasado. 
-Anda- dijo el abogado. Y después, dándose un golpe en la frente, añadió-: A proposito, el otro día, en una tienda, me encontré a aquella buena mariscala, llevando de la mano a un muchachito que ha adoptado"

martes, 23 de julio de 2013

Novelas de Stefan Zweig


-El amor de Erika Ewald es una historia  del escritor austriaco Stefan Zweig, publicado en 1904. La pianista Erika Ewald se enamora durante los ensayos para un concierto de un virtuoso del violín. Si bien la naturaleza de su amor es inicialmente platónico -deleitándose en conversaciones y paseos -poco a poco crece el deseo de la joven. Esta confiesa sus sentimientos, pero considera que todavía no está lista para dar el paso definitivo y huye en el último instante. Durante un período indefinido de espera, en el que ambos pierden el contacto, Erika comienza a madurar su relación aunque se siente físicamente atraído por el joven artista. Se esfuerza en conseguir una reunión con él, que finalmente lograr al acudir a uno de sus conciertos. Pero cuando ella quiere hablar con él, la mira con desprecio, sonriendo desde lejos con una cantante de ópera en sus brazos. Después de reflexiones iniciales decide vengarse contra él entregándose al primer hombre que pueda. El destino le salva de dar este paso pues ella sabe que nunca volverá a ser capaz de amar a otro ser humano.

-Carta de una desconocida es una novela de Stefan Zweig. Publicada en 1922, cuenta la historia de un escritor que recibe la carta de una mujer que no conoce y que ha estado enamorada de él toda su vida.

-Escrito en 1929, Mendel el de los libros narra la trágica historia de un excéntrico librero de viejo que pasa sus días sentado siempre a la misma mesa en uno de los muchos cafés de la ciudad de Viena. Con su memoria enciclopédica, el inmigrante judío ruso no sólo es tolerado, sino querido y admirado por el dueño del café Gluck y por la culta clientela que requiere sus servicios. Sin embargo, en 1915 Jakob mendel es enviado a un campo de concentración, acusado injustamente de colaborar con los enemigos del Imperio austrohúngaro. Un breve y brillante relato sobre la exclusión en la Europa de la primera mitad del siglo xx.



jueves, 18 de julio de 2013

Virginia Woolf -Diario de una escritora


Virginia Woolf
Diario de una escritora (fragmento)

" Casi todo me atrae. Sin embargo se alberga en mí algún buscador infatigable. ¿Por qué no hay un descubrimiento de la vida? Algo para ponerle las manos encima y exclamar: "¿Es esto?" Mi depresión es un sentirme acosada. Estoy buscando: pero no, no es eso… no es eso. ¿Qué es entonces? ¿Tendré que morir sin haberlo encontrado? Y luego (como anoche, cuando atravesaba Russell Square) veo las montañas en el cielo: las grandes nubes; y la luna que se está alzando sobre Persia; tengo una grande, sorprendente impresión de que hay algo allí, que es "eso"? No es exactamente la belleza a lo que me refiero. Quiero decir que la cosa en sí basta: es satisfactoria; acabada. También una impresión de mi propia rareza, de la rareza de estar caminando sobre la tierra. También está ahí, la infinita extrañeza de la posición humana; estar atravesando Russell Square, con la luna allí arriba y las nubes como montañas. quién soy yo, qué soy, y todo el resto; preguntas que siempre flotan en torno: y de pronto doy de narices con algún hecho concreto -una carta, alguien- y vuelvo a ellos con un gran sentimiento de frescura. Y así continúa. Suelo toparme frecuentemente con este "eso", y experimento entonces un gran reposo. "

Carta escrita por Franz Kafka (1883-1924) a su hermana Ottla, en la Fundación cultural de Berlín, Alemania. El archivo de Marbach y la biblioteca Bodleian de Oxford han adquirido de manera colectiva un conjunto de cartas de Kafka.

martes, 16 de julio de 2013

Cartas finlandesas / Hombres del Norte


Cartas finlandesas surge de la idea de Ganivet de contar a sus amigos granadinos cómo era aquella tierra tan distinta y tan alejada de España no sólo geográficamente. Su irónica mirada recorre las tradiciones y costumbres de ese país nórdico, desde cómo comen hasta «cómo se mueren los finlandeses». En el diálogo que establece entre la sociedad finlandesa y la española analiza la España de finales del siglo xix de una manera muy certera. Hombres del Norte son seis ensayos sobre los más representativos escritores noruegos de la época. En ellos nos acerca la gran literatura escandinava desde una mentalidad meridional.
Publicamos estos dos textos porque reconocemos en el espíritu de Ganivet nuestro deseo de dar a conocer la cultura de los países nórdicos. En las Cartas Finlandesas hemos incluido imágenes de la ciudad de Helsinki correspondientes a los años en que Ganivet estuvo allí, de manera que nos podamos hacer una imagen más exacta de cómo eran los países nórdicos hace más de un siglo.

Hombres del Norte, Cartas finlandesas, son grandes libros europeos escritos en la hora mejor, cuando el contacto íntimo de unos pueblos con otros tenía aún la frescura de un descubrimiento... José Ortega y Gasset

 


lunes, 15 de julio de 2013

La ruta de Kafka en Praga

En mi viaje a Praga pude pasar por algunos de los lugares más populares dedicados al gran escritor checo, Franz Kafka, que nació en la ciudad en 1883. Los amantes de la literatura encontrarán en Praga la huella de Kafka a lo largo de varios puntos relacionados con su vida y obra. Podemos empezar por la casa de Kafka en Praga, ubicada en el número 5 de la calle U Radnice, cerca de la Plaza de la Ciudad Vieja. Una placa indica este lugar, aunque la casa actual es de 1902. En la que ocupaba antes este espacio nació Kafka, el primero de seis hermanos. Del incendio del edificio original sólo se salvó el portal. Continuaremos hasta el Castillo de Praga, sitio que inspiró su obra “El Castillo”, y que aparece también en “El Proceso”. Cerca del Castillo, en el número 22 de la Callejuela del Oro, es donde vivió Franz Kafka compartiendo casa con su hermana. En esta pequeña, concurrida y colorida calle se venden sus libros y otros souvenirs relacionados con el escritor. Después de permanecer un año cerrada por obras, la Callejuela, que está dedicada enteramente a fines turísticos, ya se puede transitar. Otro sitio donde Kafka vivió fue la casa de Bbilekgasse, donde escribió “El Proceso”; en el palacio Golz-Kinský estudió el bachillerato; y en la Charles University de Praga estudió Derecho en un tiempo durante el cual se reunirá con otros escritores en un círculo literario de Praga. En 2003 se instaló en Praga el curioso Monumento a Franz Kafka una escultura de bronce del artista checo Jaroslav Róna y que se puede contemplar entre la Iglesia de Praga del Espíritu Santo y la Sinagoga Española. Desde 2005 se puede visitar el Franz Kafka Museum, donde disfrutar de una exposición interactiva a través de varias pantallas dedicadas a las obras del escritor, y conocer varios detalles de la vida del escritor (e, inevitablemente, el papel de Praga en la misma) en orden cronológico. Pero no todo para Kafka eran lugares cerrados, a pesar de lo claustrofóbica que nos resulta buena parte de su obra. El Parque de Chotek era un lugar predilecto para Kafka, que el mismo lo definió como el lugar más bello de Praga. En los Jardines de Belvedere hoy conocidos como Letenske sady, Kafka permanecía a menudo en busca de soledad en un ejercicio de introspección que tanto le gustaba al escritor.No nos podemos olvidar de los cafés de Praga, donde el escritor pasaba mucho tiempo. Aún se pueden visitar el café Slavia, el salón literario El Unicornio Dorado o el café Louvre, que guardan anécdotas del escritor. Los restos de Kafka descansan en Praga, en el cementerio judío de Olsany (el cementerio judío de Žižkov). Para concluir, sobre todo os diría que antes de viajar a la ciudad y realizar la ruta de Kafka en Praga leyerais las obras del autor para impregnaros de su personalidad, indagar en su vida y su obra para apreciar mejor el entorno que lo vio crecer. Y, aunque hoy en día las circunstancias sean tan diferentes, no resulta difícil imaginarnos al autor de “La Metamorfosis” en Praga.

El Museo Friedrich Schiller de Marbach, renovado

En Marbach, el lugar en el que nació hace ya 250 años, el escritor alemán Friedrich Schiller cuenta con un museo que, con motivo de tan importante aniversario, ya luce renovado para recibir a los visitantes.Se trata del Museo Friedrich Schiller de Marbach que, tras dos años de trabajo, volvió a abrir sus puertas con otro aspecto pero con las mismas ganas de transmitir todo sobre la vida y la obra de este poeta, dramaturgo e historiador. Pero claro que las obras no sólo se remitieron a lo que es el aspecto del lugar sino en darle a este sitio un nuevo destino, el de convertirlo en “la memoria literaria nacional” de Alemania. De este modo, los interesados en las letras de aquel país podrán encontrar allí a partir de ahora todo lo que tiene que ver con los escritores más importantes de aquellas tierras. Cabe destacar que la renovación fue una obra del estudio del arquitecto británico David Chipperfield que logró darle más brillo Schiller Nationalmuseum que funciona desde 1903 y que es una excusa perfecta para acercarse a Marbach, esta ciudad que se alza en la ribera del río Neckar a 25 kilómetros de Stuttgart y que rinde homenaje a su hijo más famoso.

Selma lagerlöff- La leyenda de Gösta Berling



“Debo parecerte ingrata, oh, hermoso mes de mayo, porque no te he dedicado una sola palabra elogiando tu dulzura. Pero, ¿has observado a los niños que, sentados en las rodillas de su madre, escuchan un cuento? Mientras se les habla de gigantes crueles y princesas dolientes permanecen con los ojos abiertos; pero apenas se les habla del buen tiempo y del sol, cierran sus párpados y duermen dulcemente, hundiendo su cabeza en el seno maternal. Yo soy ese niño que ama las historias interesantes. Yo prefiero las noches de espectros y aventuras, los rudos destinos y las pasiones que llenan de sombra los corazones salvajes.”

domingo, 14 de julio de 2013

Deshielo a mediodía de Tomas Tranströmer

Tomas Tranströmer es uno de los escritores fundamentales para entender la poesía del siglo xx. Pocos poetas han conseguido crear una voz tan personal y reconocible como este maravilloso escritor sueco. En 2010 publicamos una antología, El cielo a medio hacer, que recogía gran parte de su obra poética, así como su autobiografía. Deshielo a mediodía recopila el resto de su obra.  En estos poemas, que recorren toda la trayectoria del poeta desde su primer libro, 17 poemas, de 1954, a la síntesis de sus últimos haikus escritos en 2004, nos encontramos con la naturaleza, presente en gran parte de la poesía nórdica, y con su incomparable inventario de metáforas. Especialmente emocionantes son los poemas en los que aparece la música, su gran pasión. Este libro incluye también el grupo de haikus Prisión, escrito en 1959, inédito hasta hace unos pocos años, así como los haikus de El gran enigma. Para Nórdica es un privilegio publicar la obra completa de un poeta de la importancia de Tranströmer.

Un poeta con un idioma propio, un autor que recuerda que la poesía era mucho más, una pelea de pájaros en el estómago, un objeto rutilante, un género superior y abierto en las manos de Tranströmer.

viernes, 12 de julio de 2013

Knut, Hamsun, bajo las estrellas de otoño


Knut Hamsun (seudónimo de Knut Pedersen; Lomnel Gudbrandsdal, 1859 - Grimstad, 1952). Seudónimo de Knut Pedersen. Novelista noruego. Ejerció las profesiones más diversas: aprendiz de zapatero en Bodø, y luego, siempre en la Noruega septentrional, carbonero, maestro de escuela, picapedrero, empleado comercial, vendedor ambulante y escribiente de un puesto de policía.
En 1882 emigró a Estados Unidos y, a su vuelta, en 1888, publicó su primera novela, Hambre, que le proporcionó una celebridad inmediata. Su admiración por la vida bucólica y su rechazo a la gran ciudad lo llevarían a pasar grandes etapas de su vida en una cómoda cabaña del bosque. Fruto de esta época son sus obras Pan y La bendición de la tierra, por la que recibió en 1920 el Premio Nobel de Literatura. En esta misma colección han aparecido Victoria y su magnífica biografía Hamsun, Soñador y Conquistador.

Knut Hamsun
Bajo las estrellas de otoño (fragmento)

" Al internarme en el bosque, siguiendo el sendero borrado por la hierba, mi corazón palpita al ritmo de una alegría paradisíaca. Recuerdo cierto lugar en la costa este del mar Caspio, en donde estuve en otra ocasión. Era un lugar muy semejante a éste, y el mar, calmado y sereno, tenía la misma tonalidad gris hierro que ahora. Al adentrarme en el bosque me invade la emoción y, arrobado, repito incesantemente "¡Dios del cielo! ¡Que haya podido volver aquí!", como si ya antes hubiera estado en aquel lugar. "

Knut Hamsun-Victoria

Knut Hamsun, Premio Nobel de Literatura 1920, ha sido uno de los escritores más importantes del siglo xx. Thomas Mann y Máximo Gorki lo consideraron un maestro y su influencia ha sido muy importante en autores que van desde Franz Kafka a Paul Auster, pasando por Henry Miller. Publicamos Victoria (1898) coincidiendo con el 150 aniversario de su nacimiento. La crítica mundial la considera como el mayor exponente del talento de Hamsun en su madurez, la obra en la que alcanza la perfección de la forma y en la que el análisis psicológico penetra en mayor extensión y con mayor profundidad en los actos de los protagonistas. Hamsun relata una historia de amor que podría no tener mayor trascendencia si no fuera porque, como él mismo dice, lo importante reside en los «secretos movimientos que se realizan inadvertidos en lugares apartados de la mente»; por eso su estilo nos envuelve y no podemos dejar de leer sus páginas. Es la primera vez que se traduce esta novela directamente del noruego y creemos que es nuestro mejor homenaje a Hamsun en su aniversario.

Thomas Hardy: Un grupo de nobles damas

Novelista y poeta inglés del movimiento naturalista, cuyos personajes, retratados con profundidad en su Dorset natal, luchan inútilmente contra sus pasiones y circunstancias externas. Nació en Higher Bockhampton (Dorsetshire), el 2 de junio de 1840, y estudió en centros de enseñanza locales y privados. Su padre, cantero, le colocó de aprendiz con un arquitecto local que se dedicaba a restaurar iglesias antiguas. De 1862 a 1867 trabajó para otro arquitecto londinense y más tarde, en Dorset, continuó en la construcción, a pesar de su mala salud. Mientras tanto escribió poesía con poco éxito. Después se dedicó a las novelas, y al descubrir que eran más fáciles de vender, a partir de 1874 pudo mantenerse escribiendo. Aquel mismo año se casó con su primera esposa, Emma Gifford, a quien conoció cuando trabajaba en Cornwall. Su matrimonio duró hasta que ella murió, en 1912, impulsándole a escribir su libro de poemas Lo que queda de una vieja llama. Estos poemas, los mejores que escribió, describen su encuentro y su pérdida posterior. En 1914 se casó por segunda vez con Florence Dugdale que sería su biógrafa después de su muerte, el 11 de enero de 1928.  Hardy publicó sus dos primeras novelas anónimamente, Remedios desesperados (1871) y Bajo el árbol (1872). Las dos siguientes, Unos ojos azules (1873) y Lejos del mundanal ruido (1874), firmadas con su nombre, fueron bien acogidas y la última fue adaptada al cine en 1967. En ella retrata a Dorsetshire como el condado imaginario de Wessex, pero carece del pesimismo trágico de sus últimas novelas. Después escribió algunas obras menores, como Los Woodlander (1887) y Pequeñas ironías de la vida (1884). Además de Lejos del mundanal ruido, sus mejores novelas son El regreso del nativo (1878), su ficción más acabada; El alcalde de Casterbridge (1886); Tess, la de los D'Urbervilles (1891), que fue llevada al cine por Roman Polanski en 1979 con el título de Tess, y Jude el oscuro (1895). Todas están impregnadas por la creencia en un universo dominado por el determinismo biológico de Charles Darwin y del físico y matemático del siglo XVII Isaac Newton. Es un mundo donde el destino de los individuos es ocasionalmente alterado por la suerte y donde la voluntad humana resulta vencida por la necesidad. Las intensas descripciones del campo, la montaña, las estaciones y el clima de Wessex alcanzan en sus novelas una presencia física que actúa como un espejo de las condiciones psicológicas y la suerte de sus personajes, a los que Hardy contempla con ironía y tristeza. El crítico G. K. Chesterton escribió que Hardy "fue una especie de pueblo ateo pensando y blasfemando sobre el pueblo idiota". De hecho, en la Inglaterra victoriana Hardy parecía un blasfemo, sobre todo en la novela Jude, que aborda la atracción sexual como una fuerza de la naturaleza a la que la voluntad humana no puede oponerse. Aunque disfrutó de la admiración del mundo literario de Londres, le molestaban las constantes referencias de los críticos a su "pesimismo", y las críticas a Jude fueron tan duras que anunció haberse "curado" de escribir novelas. A los 55 años, Hardy volvió a escribir poesía, género que había abandonado. Poemas de Wessex (1898) y Poemas del pasado y del presente (1901) contienen poemas escritos tiempo atrás. Muchos consideran Dinastías, escrito entre 1903 y 1908, su mejor libro de poesía. Se trata de un drama épico, no redactado para la escena, de 19 actos y 130 escenas en los que narra la intervención de Inglaterra en las Guerras Napoleónicas. Su óptica sigue siendo la misma que en sus novelas, donde tanto la historia como sus personajes se ven sacudidos por el sentimiento y dominados por la necesidad. Sus poemas cortos, líricos y visionarios, se publicaron en los libros Risas del tiempo (1909), Sátiras de circunstancias (1914), Momentos de visión (1917), Poemas líricos (1922), Fantasías humanas (1925) y Palabras en invierno (1928) y destacan sobre todo por su técnica del ritmo y por su dicción. Entre los más conocidos se encuentran 'Abril de 1914', 'Wessex Heights', 'En tinieblas, yo', 'El funeral de Dios' y 'La naturaleza que interroga'.

Thomas Hardy
Un grupo de nobles damas (fragmento)


" No hubo más palabras a continuación, pero, al oír que una puerta se abría y se cerraba en el piso de abajo, la muchacha se asomó de nuevo a la ventana.
Resonaron pisadas en la gravilla de la avenida y una figura enfundada en un gris apagado, en la que sin dificultad reconoció a su padre, se alejó de la casa. Tomó el camino de la izquierda, y la muchacha lo vio empequeñecerse mientras se perdía por la larga fachada oriental, hasta que dobló la esquina y desapareció. Seguramente iba a los establos. Cerró la ventana y se acurrucó en la cama, donde lloró hasta quedarse dormida. Aquella niña, su única hija, Betty, amada con ambición por su madre y con incalculada pasión por su padre, a menudo sufría a causa de incidentes similares, pero era demasiado joven para que le preocupase demasiado, por su propio bien, que su madre la prometiese o no con el caballero en cuestión. No era la primera vez que el hidalgo abandonaba la casa de esta manera, asegurando que jamás volvería, y siempre aparecía a la mañana siguiente. Esta vez, sin embargo, no iba a ser así. Al día siguiente se le comunicó a Betty que su padre había salido a caballo a primera hora de la mañana a su finca de Falls-Park, donde debía resolver algunos asuntos con su administrador, y no regresaría hasta pasados unos días. Fall-Parks se encontraba a unas veinte millas de King´s Hintock Court y era a todas luces una residencia más modesta en una finca más modesta. Sin embargo, al verla esa mañana de febrero, el hidalgo Dornell pensó que había sido un idiota por marcharse de allí, aunque hubiera sido por la mayor heredera de Wessex. Su fachada de estilo paladiano, de la época de Carlos I, ostentaba por su simetría una dignidad que la heterogénea y enorme mansión de su esposa, con sus muchos tejados, no podía eclipsar. Se hallaba el ánimo del hidalgo afectado, y la penumbra que el frondoso bosque proyectaba sobre la escena no contribuía a aliviar el abatimiento de aquel hombre rubicundo, de cuarenta y ocho años, que montaba con fatiga su caballo castrado. La niña, su querida Betty; ésa era la causa de su tribulación. Era infeliz cerca de su mujer y era infeliz lejos de su hija; y era éste un dilema de difícil solución. Se entregaba por ello con prodigalidad a los placeres de la mesa, había llegado a convertirse en bebedor de tres botellas diarias y resultaba en la estimación de su esposa cada vez más difícil presentarlo ante sus refinados amigos de la ciudad. Lo recibieron los dos o tres criados viejos que se ocupaban del solitario lugar, donde sólo unas pocas habitaciones estaban habitadas para el uso del hidalgo y sus amigos, que participaban en las partidas de caza; a lo largo de la mañana llegó de King´s Hintock su fiel servidor, Tupcombe, y el hidalgo se sintió mucho más cómodo. Pasados uno o dos días en soledad empezó a pensar que había sido un error instalarse en sus tierras. Al marcharse de King´s Hintock con tanto encono había echado a perder su mejor baza para contrarrestar la absurda idea de su mujer de otorgar la mano de su pobre Betty a un hombre al que apenas había visto. Tendría que haberse quedado para protegerla de un trato tan repugnante. Casi le parecía una desgracia que la muchacha fuese a heredar tanta riqueza. Eso la convertía en blanco de todos los aventureros del reino. ¡Cuánto mejores habrían sido sus perspectivas de felicidad si hubiera sito tan sólo la heredera de una sencilla propiedad como Falls!.Su mujer estaba sin duda en lo cierto cuando insinuó que él tenía sus propios planes para la hija. El hijo de un difunto amigo muy querido, que vivía a poco más de una milla de donde el hidalgo se encontraba en ese momento, un joven un par de años mayor que su hija, era en opinión del padre la única persona en el mundo capaz de hacerla feliz. Pese a todo, en ningún momento se le pasó por la cabeza comunicar sus proyectos a ninguno de los dos jóvenes, con una precipitación tan indecente como la que había mostrado su mujer; no pensaba decir nada hasta pasados unos años. Los jóvenes ya se habían visto, y el hidalgo creyó detectar en el muchacho una ternura muy prometedora. Era grande la tentación de seguir el ejemplo de su mujer y anticipar la futura unión convocando allí a la pareja. La muchacha, aunque casadera según las costumbres de la época, era demasiado joven para enamorarse, pero el chico tenía ya quince años y manifestaba cierto interés por ella. Mucho mejor que vigilarla en King´s Hintock, donde por fuerza se halaba demasiado influida por la madre, sería traer a la chica a Falls por algún tiempo, bajo su tutela exclusiva. Pero ¿cómo lograrlo sin recurrir a la fuerza? La única posibilidad era que su mujer, por mor de las apariencias, consintiera, como ya había hecho en otras ocasiones, que Betty fuera a visitar a su padre, en cuyo caso él hallaría el modo de retenerla hasta que Reynard, el pretendiente a quien su mujer deseaba favorecer, hubiese partido al extranjero, como se esperaba que hiciera la semana siguiente. El hidalgo Dornell resolvió regresar a King´s Hintock con esta intención. En el supuesto de recibir una negativa, estaba prácticamente resulto a coger a Betty y llevársela de allí. El viaje de vuelta, a despecho de sus vagas y quijotescas intenciones, lo realizó con ánimo mucho más ligero. Vería a Betty y conversaría con ella, y ya se vería después en qué quedaba su plan.
"

Anne Frank-Diario

Víctima alemana de la violencia nazi, nacida en Frankfurt del Main. Tanto ella como su familia, que eran judíos, abandonaron la Alemania nazi en 1933 y se establecieron en Amsterdam. En 1942, se ocultaron, junto con otros cuatro exiliados, en las habitaciones traseras y aisladas de un edificio de oficinas para evitar ser arrestados por las fuerzas de ocupación alemanas. El lugar de su escondite fue descubierto en 1944 y todos fueron detenidos. Ana falleció en el campo de concentración de Bergen Belsen en menos de un año. El Diario que escribió durante la época que pasó en Holanda, en el que describe con ternura sus dos penosos años de reclusión, se encontró en su refugio. Se publicó en 1947 y fue adaptado al teatro en 1956 (El diario de Ana Frank) por Frances Goodrich y Albert Hackett, y al cine, en 1959, por George Stevens.

 Anne Frank
Diario (fragmento)

" Me es absolutamente imposible construir cualquier cosa sobre la base de la muerte, la desgracia y la confusión. Veo como el mundo se va convirtiendo poco a poco en un desierto, oigo cada vez más fuerte el trueno que se avecina y que nos matará, comparto el dolor de millones de personas, y sin embargo, cuando me pongo a mirar el cielo, pienso que todo cambiará para bien, que esa crueldad también se acabará, que la paz y la tranquilidad volverán a reinar en el orden mundial."

jueves, 11 de julio de 2013

Karen Blixen, El festin de Babette

Escritora danesa, nacida en Rungsted. Su auténtico nombre era baronesa Karen Christence Blixen-Finecke y usó vario seudónimos literarios, entre ellos Isak Dinesen, ya que Dinesen era su apellido de soltera. Estudió pintura en varias ciudades de Europa y en 1914 se casó con su primo, el barón Bror Blixen-Finecke, en las colonias inglesas de África oriental (en la actualidad Kenia), donde sacaron adelante una plantación de café. Aunque se divorciaron en 1921, la escritora permaneció en África hasta 1931, año en que regresó a Dinamarca. Su primer libro de narraciones, Siete cuentos góticos (1934), se adentraba, con una prosa sutil y elegante, en el terreno de lo sobrenatural, una constante en su obra. Memorias de Africa (1937), en cambio, narra con emoción y nostalgia sus vivencias en Kenia, los éxitos y fracasos de su plantación, y su tristeza al abandonar el sencillo estilo de vida africano que tanto admiró, elementos todos ellos que continúan presentes en la película Memorias de África, basada en varios de sus cuentos. Su única novela, Los vengadores angélicos (1944), fue publicada bajo el seudónimo Pierre Andrézel y en ella se describen de un modo alegórico los sufrimientos de Dinamarca durante la ocupación alemana en la II Guerra Mundial. Entre los últimos trabajos de Karen Blixen se encuentran Cuentos de invierno (1942), otro conjunto de historias acerca de lo sobrenatural, y Sombras en la hierba (1960), pequeños textos descriptivos de la vida en África. La autora misma escribió las versiones inglesas de todas sus obras.

Karen Blixen El festín de Babette (fragmento)

" Pero la verdadera razón de la presencia de Babette en la casa de las dos hermanas hay que buscarla más atrás en el tiempo, y más profundamente en el dominio de los corazones humanos. De jóvenes, Martine y Philippa habían sido extraordinariamente bonitas, con esa belleza casi sobrenatural de los frutales en flor o de las nieves perpetuas. Jamás se las vio en bailes y fiestas; pero la gente se volvía a mirarlas cuando pasaban por la calle, y los chicos de Berlevaag iban a la iglesia a verlas deambular por la nave. La más joven tenía también una voz preciosa con la que, los domingos, llenaba la iglesia de dulzura. Para la congregación del deán, el amor terreno, y con él el matrimonio, era asunto trivial, mera ilusión; sin embargo, es posible que más de uno de aquellos Hermanos mayores apreciase a las jóvenes hermanas mucho más que a los rubíes, y se lo hubiese sugerido así a su vocación, sus hijas eran para él como la mano derecha y la mano izquierda. ¿Quién querría privarle de ellas? Y así, las preciosas jóvenes fueron educadas en un ideal de amor celestial; estaban totalmente imbuidas de él, y no se dejaban rozar por las llamas de este mundo. "

Heinrich Mann -Profesor Unrat (1905)

Ensayista, novelista y dramaturgo alemán, nacido en Lübeck y privado de su nacionalidad alemana durante el nacionalsocialismo en Alemania. Como su hermano menor Thomas Mann, Heinrich escribió novelas sobre los distintos estratos de la sociedad alemana y sobre la búsqueda de la propia realización. Su retrato fragmentario del provincianismo en Profesor Unrat (1905) fue la base de la célebre película de von Sternberg, El ángel azul (1930). Las acusaciones de Mann contra los aspectos autoritarios de la sociedad alemana de la etapa anterior a la I Guerra Mundial se encuentran en su trilogía El imperio (1917-1925). Durante el periodo de la República de Weimar, Mann también escribió ensayos en los que insistía en la necesidad de una verdadera democracia en Alemania. Emigró de Alemania en 1933 cuando los nazis llegaron al poder y le retiraron la nacionalidad, instalándose primero en Checoslovaquia y después en Estados Unidos, en Los Ángeles. La obra mayor de su madurez, una novela histórica en dos partes sobre Enrique IV de Francia, El rey Enrique IV (1935, 1938), trata de los usos justos del poder. La dureza en la expresión de sus opiniones y su falta de precisión como escritor le impidieron alcanzar reconocimiento inmediato, aunque recientes estudios críticos son más positivos con su obra.  

 
Heinrich Mann
Profesor Unrat (fragmento)

"
- Señor profesor: yo no dije que olía a basura. Dije que Lohmann no paraba de decir…
- Cállese – tronó basura, tembloroso. Movió la cabeza de un lado a otro; logró serenarse, y continuó, con voz ahogada -: El destino se cierne sobre ustedes rozando sus cabezas. Pueden retirarse.
Los tres se fueron a almorzar; cada uno con su destino cerniéndose sobre su cabeza.
Parecía rejuvenecido. Con la corbata de través, varios botones desabrochados y el peinado revuelto, mostraba un aspecto inhabitual de hombre extraviado lejos del camino recto, vencedor en lamentables victorias, triste juguete de una pasión inconfesable.
Este miserable lo sabe todo. Ahora doy media vuelta, voy a casa, subo al desván y apoyo el cañón de la escopeta contra mi pecho. Y abajo, en el salón, Dora canta al piano. Su canción sube hasta mí como una mariposa, y el polvillo dorado de sus alas brilla ante mis ojos hasta que la muerte los cierra…
Hasta aquel día, hasta aquel terrible momento, había sido un trozo de su propia carne y, de repente, se desprendía de él, desgarrándolo. Basura veía sangrar la herida y no comprendía.
Y también porque Basura, viejo niño ingenuo, avivaba torpemente aquel sentimiento con sus continuas sospechas y porque la vida se negaba a ofrecerle a ella esa tranquilidad que tanto ansiaba.
Una cosa es indudable: que aquel que ha conseguido alcanzar las cúspides más luminosas, conoce también los más profundos e intrincados abismos.
Y esta desmoralización de toda una ciudad, que nadie podía impedir por ser muchos los que se hallaban complicados en ella, era obra de Basura y constituía su triunfo. La pasión que le dominaba en secreto, aquella pasión que su cuerpo reseco, sólo muy raras veces delataba con una mirada de venenoso brillo verde gris, desafiaba y se imponía a toda una ciudad. Basura era fuerte; podía ser feliz.
Aquella mujer había recibido de él, sin darse cuenta, lo mejor de su alma. Y ahora que estaba ya exhausto lo pretendía. Lohmann amaba las cosas por el eco que dejaban. El amor de las mujeres, sólo por la amarga soledad que le sucedía. Y la felicidad, todo lo más, por el anhelo angustiado que tras de sí dejaba.
En todo aquello prefería prescindir de Von Ertzum, el cual, al ver a Rosa, había empezado a manejar nerviosamente el sable, enronqueciendo de repente. Era muy capaz de volver a su pasión de antaño. Para él todo era presente. En cambio Lohmann, a solas con Rosa en la confitería, saboreaba únicamente el lejano regusto de las emociones pasadas.
"

La caída de los gigantes de Ken Follet {Cartas de amor de Walter von Ulrich a Lady Maud Fitzherbert}



Queridisima mía:

Zurich es una ciudad fría que se encuentra junto a un lago [escribio Walter], pero el sol brilla sobre el agua, en las boscosas laderas que lo rodean y en los Alpes, a los lejos. Las calles están proyectadas en forma de cuadrícula, sin ninguna curva: ¡Los suizos son todavía más ordenados que los alemanes! Ojalá estuvieras aquí, mi estimada amiga. ¡¡¡ Ojalá estuvieras conmigo allá adonde voy!!!. {página 711}

....Me pregunto si sufres el bochorno de recibir la atención no deseada de pretendientes a quienes todos consideran buenos partidos. Eres tan hermosa y encantadora que seguro que sí. Yo tengo el mismo problema. No cuento con tu belleza ni tu encanto, pero, a pesar de eso, sí que recibo atenciones. Mi madre ha escogido a alguien para casarme, una antigua amistad de mi hermana, una persona a la que conozco de siempre y que siempre me ha gustado. Durante un tiempo me resultó muy dificil, pero me temo que al final esa persona ha descubierto que tengo una amistad que impide mi matrimonio. Sin embargo, me parece que nuestro secreto está a salvo.
...Dentro de unos días estaré en Estocolmo, otra fría ciudad junto al agua, y podrías mandarme una carta al Gran Hotel de allí. [Suecía, al igual que Suiza, era un país neutral que disponía de servicio postal en Inglaterra] ¡¡¡ Me encantaría recibir noticias tuyas!!!

Hasta entonces, querida mía , recuerda a tu amor. Waltraud {Página 712}


Amada mía:

Es invierno en Alemania y en mi corazón. No encuentro las palabras para decirte lo mucho que te amo y te echo de menos. Soy uno más del millón de hombres que vivimos separados de la mujer a la que amamos, y el viento del norte azota nuestras almas. Este es un mundo frío o inhóspito para mí, como debe de serlo también para ti, pero lo más difícil de soportar es nuestra separación. No puedo contarte mucho, pero quiero que sepas que te soy fiel... y las sagradas promesas que nos hicimos la última vez que estuvimos juntos. Pienso a diario en el momento en que volvamos a encontrarnos, a mirarnos a los ojos y a decirnos "Hola, mi amor".

Hasta entonces, recuérdame

{Página 596}

Franz Kafka (Rep. Checa, 1883-1924)

Escritor judío checo, cuya desasosegadora y simbólica narrativa, escrita en alemán, anticipó la opresión y la angustia del siglo XX. Está considerado como una de las figuras más significativas de la literatura moderna; de hecho, el término 'kafkiano' se aplica a situaciones sociales angustiosas o grotescas, o a su tratamiento en la literatura. Kafka nació en Praga (que entonces pertenecía al Imperio Austro-húngaro) el 3 de julio de 1883, en una familia de clase media. Su padre, un comerciante, fue una figura dominante cuya influencia impregnó la obra de su hijo y (según Kafka) agobió su existencia. En Carta al padre, escrita en 1919, pero publicada, como casi toda su obra, póstumamente, Kafka expresa sus sentimientos de inferioridad y de rechazo paterno. A pesar de lo cual, Kafka vivió con su familia la mayor parte de su vida y no llegó a casarse, aunque estuvo prometido en dos ocasiones. Su difícil relación con Felice Bauer, una joven alemana a la que pretendió entre 1912 y 1917, puede ser analizada en Cartas a Felice (1967). Los temas de la obra de Kafka son la soledad, la frustración y la angustiosa sensación de culpabilidad que experimenta el individuo al verse amenazado por unas fuerzas desconocidas que no alcanza a comprender y se hallan fuera de su control. En filosofía, Kafka es afín al danés Sören Kierkegaard y a los existencialistas del siglo XX. En cuanto a técnica literaria, su obra participa de las características del expresionismo y del surrealismo. El estilo lúcido e irónico de Kafka, en el que se mezclan con naturalidad fantasía y realidad, da a su obra un aire claustrofóbico y fantasmal, como sucede por ejemplo en su relato La metamorfosis (1915). Gregorio Samsa, el protagonista, un voluntarioso viajante de comercio, descubre al despertar una mañana que se ha convertido en un enorme insecto; su familia lo rechaza y deja que muera solo. Otro de sus relatos, En la colonia penitenciaria (1919), es una escalofriante fantasía sobre las cárceles y la tortura. Contraviniendo el deseo de Kafka de que sus manuscritos inéditos fuesen destruidos a su muerte, el escritor austriaco Max Brod, su gran amigo y biógrafo, los publicó póstumamente. Entre esas obras se encuentran las tres novelas por las que Kafka es más conocido: El proceso (1925), El castillo (1926), y América (1927). Pese a haber estudiado Derecho en la Universidad de Praga, Kafka encontró un trabajo en una compañía de seguros hasta que la tuberculosis le obligó a abandonarlo. Intento reponerse primero junto al lago de Garda y después en Merano, hasta que el 19 de abril de 1924 tuvo que internarse en el sanatorio de Kierling, cerca de Viena, donde murió el 11 de junio de 1924.

Franz Kafka
La ven­tana a la calle (fragmento)

" Quien vive solo, y sin embargo desea de vez en cuando vin­cu­larse a algo; quien, con­si­de­rando los medios del día, del tiempo, del estado de sus nego­cios y demás, anhela de pronto ver un brazo al cual pudiese afe­rrarse, no está en con­di­cio­nes de vivir mucho tiempo sin una ven­tana a la calle. Y si le place no desear nada, y sólo se acerca a la ven­tana como un nom­bre can­sado cuya mirada oscila entre el público y el cielo, y no quiere mirar hacia afuera, y ha echado la cabeza un poco hacia atrás, sin embargo, a pesar de todo esto, los caba­llos de abajo ter­mi­na­rán por arras­trarlo en su cara­vana de coches y su tumulto, con­du­cién­dolo final­mente a la armo­nía humana. "

Stefan Zweig-El amor de Erika Ewald

" Las horas se precipitaban y el derramamiento de los sentimientos la protegía de la violencia del día, se confiaba a sueños despiertos, sobreexcitada por la experiencia emocional de su alma, bajo la impresión de palabras nunca pronunciadas temblaba como la rama de un árbol maduro que traiciona la libre lucha de sus frutos. Sollozaba. Fue a su habitación y empezó a desvestirse, con hábito indiferente, lentamente. Era muy temprano, se apoyó en la ventana y miró con dulces sentimientos, leyendo vagamente el brillante pensamiento de la luna intermitente, que exuda miles de vidas lánguidas y ocultas, en la somnolente gravedad del anhelo. Luego se acostó, aguardando al sueño seguro. "

miércoles, 10 de julio de 2013

A FANNY "poema dedicado a la única mujer que amó" : John Keats

John Keats (n. 31 de octubre de 1795, en Londres, Inglaterra - 23 de febrero de 1821, en Roma, Italia) fue uno de los principales poetas británicos del Romanticismo.
Durante su corta vida su obra fue objeto de constantes ataques y no fue sino hasta mucho después que fue completamente reivindicada. La lírica de Keats se caracteriza por un lenguaje exuberante e imaginativo, atemperado por la melancolía. Keats tenía con frecuencia la sensación de trabajar a la sombra de los grandes poetas del pasado y sólo hacia el final de su efímera vida, cuando sentía cerca la oscuridad de la muerte, fue capaz de producir sus poemas más auténticos y memorables.

Anton Chejov -La dama del perrito

Aún no había cumplido los cuarenta, pero ya tenía una hija de doce años y dos hijos que iban al instituto. Se había casado joven, siendo estudiante de segundo curso, y ahora su esposa parecía mucho mayor que él. Era una mujer alta, con las cejas oscuras, envarada, grave, con aire de importancia y, como ella misma decía, intelectual. Leía mucho, utilizaba la nueva ortografía en su correspondencia, llamaba a su marido Dimitri, en lugar de Dmitri; en su fuero interno él la consideraba limitada, mezquina y vulgar; le tenía miedo y no le gustaba estar en casa. La engañaba desde hacía tiempo y con harta frecuencia; probablemente por eso casi siempre hablaba mal de las mujeres y, cuando en su presencia se hacia algún comentario sobre ellas, exclamaba:
—¡Esa raza inferior!
Consideraba que su amarga experiencia le había instruido lo bastante para llamarlas lo que se le antojara; sin embargo, no habría podido vivir dos días sin esa “raza inferior”.
En compañía de los hombres se aburría, se encontraba a disgusto, se mostraba taciturno y frío; pero entre mujeres se sentía libre, sabía de qué hablar con ellas y cómo comportarse; en su compañía le resultaba grato hasta guardar silencio. En su aspecto, en su carácter, en toda su persona había algo seductor e inefable que predisponía a las mujeres en su favor y las atraía; él lo sabía y a su vez se sentía arrastrado hacia ellas por una fuerza desconocida.
"


Henri ibsen, Dramaturgo Noruego

 Dramaturgo noruego reconocido como creador del drama moderno por sus obras realistas que abordan problemas psicológicos y sociales. Ibsen nació el 20 de marzo de 1828 en Skien. Durante un tiempo trabajó como ayudante de un farmacéutico y comenzó estudios de medicina antes de dedicarse por completo al teatro. Fue director de escena y autor del Teatro Nacional de Bergen de 1851 a 1857 y posteriormente director del teatro de Christiania (hoy Oslo) entre 1857 y 1862. Durante estos años de experiencia práctica teatral escribió sus primeras obras. De 1863 a 1891, Ibsen vivió principalmente en Italia y Alemania gracias a una beca itinerante y, más tarde, a una pensión anual concedida por el Storting, el parlamento noruego. En 1891 regresó a Christiania, donde el 23 de mayo de 1906, murió. Entre las primeras obras de Ibsen se encuentran dos dramas en verso. La primera, Brand (1866, estrenada en 1885), dramatiza la tragedia de una devoción ciega en una falsa idea del deber; la segunda, Peer Gynt (1867), narra en términos alegóricos las aventuras de un oportunista encantador. Con Los pilares de la sociedad (1877), un ataque a la hipocresía y elogio al individualismo en la historia de un hombre de negocios sin escrúpulos, Ibsen daría comienzo a una serie de obras que le reportarían fama mundial. Casa de muñecas (1879), Espectros (1881) y Hedda Gabler (1890) son quizá sus obras más representadas. La primera, que provocó una importante controversia literaria, cuenta el rechazo de una mujer a seguir siendo una fútil muñeca sin autonomía para su marido; la segunda trata de la locura hereditaria y el conflicto generacional; la tercera retrata las relaciones de una mujer voluntariosa con los que la rodean y las consecuencias que siguen a su renuncia del deseo de vivir. También escribió Un enemigo del pueblo (1882), El pato silvestre (1884), Rosmersholm (1886), La dama del mar (1888), El maestro contratista (1892) y Al despertar de nuestra muerte (1900). En casi todas, la acción dramática gira alrededor de un personaje en conflicto con las críticas de la sociedad contemporánea y estalla al irse conociendo los acontecimientos del pasado. El teatro de Ibsen ha sido plenamente aceptado en Europa Occidental y es un clásico que se sigue representando con asiduidad. En España influyó en autores como Echegaray, Benavente y especialmente en Benito Pérez Galdós . La obra de Ibsen fue defendida por críticos tan prestigiosos como George Bernard Shaw en Inglaterra, y Georg Brandes en Dinamarca. Como señalan los críticos, el público se identifica con los personajes de Ibsen y los reconoce como auténticos y cercanos. Sus obras señalan el final del melodrama excesivamente romántico y artificial, tan popular en el siglo XIX. Su influencia en el drama del siglo XX es inmensa.

Carta póstuma a su ex-esposa trás su suicidio, Stefan Zweig


Stefan Zweig escribió múltiples cartas a sus seres más queridos antes de suicidarse: las más conocidas son las dedicadas al país que le vió morir Brasil, y la otra la dirigida a su primera esposa Friderike.
Querida Friderike,
cuando recibas esta carta estaré mucho mejor. En Ossining me viste mejor y más calmado, pero mi depresión ha empeorado, me siento tan mal que ya no puedo concentrarme en mi trabajo.
A ello se suma la triste certeza – la única que tenemos – de que esta guerra ha de durar todavía años y de que pasará mucho tiempo antes de poder regresar a nuestra casa. Ciertamente me ha gustado estar en Petrópolis pero echo de menos los libros, que me son indispensables para mi trabajo. En cuanto a la soledad, que inicialmente aportaba un notable apaciguamiento, se ha transformado en un pesar… También la idea que mi obra mayor, el Balzac, no podrá terminarse nunca puesto que no tengo la perspectiva de dos años de trabajo sin interrupciones, y los libros necesarios para la documentación serían difíciles de conseguir. Y finalmente está la guerra, esta guerra que nunca termina, que todavía no ha alcanzado su peor momento. Soy demasiado débil para aguantar todo esto, y la pobre Lotte no lo ha tenido fácil conmigo, sobre todo porque su salud ha empeorado también.
Tú tienes a tus hijos y con ello una tarea en la vida; tú tienes intereses varios, una inquebrantable energía. Estoy seguro de que alguna vez vivirás mejores tiempos y comprenderás por qué mi pesimismo me ha impedido aguantar más. Te escribo estás líneas en mis últimas horas. No te puedes imaginar cuán aliviado me siento desde que tomé esta decisión. Dales recuerdos cariñosos a tus hijos de mi parte y no sufras, recuerda siempre cómo he admirado a Joseph Roth o a Rieger que supieron evitar el sufrimiento.
Ten coraje, ahora sabes que estoy tranquilo y feliz.

Con mi amor y amistad,

Stefan

Zinaida Gippius

Poetisa rusa nacida en Belev. En 1889, se casó con el escritor Konstantín Merezhkovsky. Durante el período literario dominado por la corriente simbolista, sus salones albergaron las tertulias más fecundas y animadas. Cuando finalizó la Revolución Rusa, emigró a Francia. Entre sus obras narrativas, destacan las novelas Hombres nuevos (1895), El fantoche del diablo (1911) y El zarevich Roman (1913); los relatos recogidos en Palabras celestes (1921), y la colección de artículos titulados Rostros vivos (1925). Como poeta, se sitúa a medio camino entre la rutina de lo cotidiano y el misterio del más allá, puesto de manifiesto en visiones de escalofriante sorpresa. En este género, compiló sus poemas en Recopilación de versos (1889-1903) y Recopilación de versos, libro II (1910).

Zinaida Gippius
El amor es uno

"
Hierve una sola vez y re
vienta,
y se propaga su onda.
De traición no sabe vivir el corazón,
y traición no es: el amor es uno.

Nosotros nos airamos, jugamos, vamos contando
falsedades, pero silente es nuestro corazón.
No sabemos traicionar y no traicionamos.
El alma es única - único es el amor.

Monotonía y desolación.
De la monotonía sacando fuerza
corre la vida. y en vida duradera
El amor es uno, uno y siempre uno.

En el inmutable sólo es el infinito,
sólo en el asiduo - la profundidad.
Larga es la vida, la eternidad cercana,
siempre está más claro que el amor es uno.

Al amor lo recompensamos con la sangre,
pero el alma fiel permanece en fidelidad,
y amamos de un solo amor.
uno es el amor, como la muerte es una

martes, 9 de julio de 2013

Thomas Mann – Doktor Faustus



Mann y Hesse pasan a la historia como los dos últimos representantes de la vieja llama literaria alemana, defensores del humanismo, adoptaron como misión esparcir las tradiciones y cultura germanas. Hesse escribió hasta los 64 años, y Mann hasta los 80, en la correspondencia tardía podemos leer cómo los diferentes achaques de la vejez los traían mal. La última correspondencia entre los dos se dio a la muerte de Mann, donde Hesse expresa sus condolencias, alaba, y se despide de su gran amigo:
Sils Maria, 13 de agosto de 1955
Con profundo pesar me despido aquí de Thomas Mann, del amigo querido y gran compañero, del maestro de la prosa alemana, de un hombre a quien pese a todos los honores y éxitos muchos desconocieron. Toda la ternura, fidelidad, responsabilidad y capacidad de amar que se ocultaban bajo su ironía y virtuosismo -cualidades totalmente incomprendidas por el gran público alemán durante decenios-, habrán de mantener vivos su obra y su memoria mucho más allá de nuestra confusa época.
Hermann Hesse

Hermann Hesse

Ahora, entremos en materia. Primero nos ocuparemos de Hermann Hesse, nacido en 1877 en Calw, Baden-Wurtemberg. Entre sus obras más importantes y reconocidas destacan: El lobo estepario, Siddhartha, Demian, Narciso y Goldmundo y El juego de los abalorios. Recibió el Nóbel de Literatura en el año 1946. Hesse; un canceriano romántico, soñador, depresivo; el arquetipo de Introvertido de Carl Jung, en su adolescencia abandona todo bajo la premisa: «seré poeta o nada». Durante su vida pasó por diferentes oficios y lugares que alimentaban su creatividad, pasó por momentos difíciles hasta que en 1904 publica su obra Peter Camenzind, y pudo, desde ahí, vivir de sus escritos. A Peter Camenzind le sucedería un período de pocas obras y una crisis existencial y familiar que lo llevaría a tomar un tratamiento psicoterapeútico con  I. B. Lang, discípulo de Carl Jung. La fascinación que le provocaron las teorías arquetípticas y simbolistas de Jung, lo llevaron a escribir la primera de una serie de obras maestras inspiradas en las teorías Junguianas: el tan conocido y popular Demian.
Demian: Historia de la juventud de Emil Sinclair publicada en 1919, inspirada, además de las teorías de Jung, en sus mencionadas crisis, su difícil adolescencia, su estricta educación religiosa, y la sabiduría oriental que tanto le apasionaba. La obra nos relata los años de juventud de Emil Sinclair y su constante búsqueda de su ‘yo’ original, para ésto tendrá la guía de varios personajes entre los que contamos a: Franz Kromer, el infantil verdugo de Sinclair, el primer personaje que pone en jaque las ideas de Emil; Max Demian, principal regente de la vida de Emil, su primer guía y ejemplo a seguir, representa la manifestación positiva del espíritu; Pistorius; el sabio inexperimentado que tiene el conocimiento pero no lo explota ni lo vive; Frau Eva, madre de Demian, y amor platónico de Emir, la representación de la imago materna (psikers). Todos estos personajes brindan conocimiento a nuestro protagonista, conocimiento que él luego digiere, acepta, e interpreta, para luego abandonar a su maestro, abandonar los arquetipos representados por éstos ya que pertenecen al inconsciente colectivo, y continuar en la búsqueda de otro hasta encontrar su verdadero ser.
Este proceso está inspirado en la teoría de Individuación de Carl Jung, teoría inspirada, a su vez, en las filosofías taoístas, budistas, hinduístas. Jung define el proceso de individuación como la tendencia innata de la psiquis a encontrar su centro, su si mismo, un camino progresivo de autoconocimiento, de desvelamientos de la proyecciones, que nuestro inconsciente personal emana de forma natural; y de la toma de conciencia de la acción de los arquetipos en nuestra vida que serán los que tenderán a encauzar principalmente el proceso de individuación. La obra termina con Demian terminando este proceso, asimilando todo el conocimiento adquirido por medio de sus guías y experiencias, y encontrándose a sí mismo sin la necesidad de buscar otro guía.

Visita al Diablo Mundo VI: Hermann Hesse & Thomas Mann [Demian und Doktor Faustus]

Ya ha pasado algún tiempo desde nuestra última visita al diablo mundo literario, en este ocasión nuestros tripulantes son dos grandes autores alemanes del siglo XX, quienes, a pesar de sus primarias y visibles diferencias externas e ideológicas, lograron constituir una de las amistades literarias más famosas de la historia. El escenario de esta amistad es la primera mitad del siglo XX, el período de las dos guerras mundiales, período de confusión e incertidumbre, que llevó a estos personajes a salir de su patria para vivir como exiliados en diferentes países. Fue durante estas épocas que nació la amistad y la profunda admiración entre ambos. Mann, antes de su partida definitiva a USA, pasaba en Suiza en la casa de Hesse, momentos llenos de goce y tertulias soberbias. A la partida de Mann, la relación continuo en forma de correspondencia, mucha parte de esta relación epistolar se encuentra expuesta en El Museo Hermann Hesse de Montagnola (Suiza), “Hermann Hesse y Thomas Mann: documentos de una amistad”, a continuación un extracto:

Chicago, 2 de enero de 1941
Querido Hermann Hesse:
“….. Ha transcurrido mucho tiempo y hemos aprendido a considerar el episodio como algo de otra época; sin embargo, también hemos vivido, trabajado y luchado y, a la pregunta por Suiza va unida desde luego, la de si algún día volveremos a verla, a ella y a Europa. Sabe Dios si las energías vitales y la capacidad de resistencia habrán de permitírnoslo. Me temo -si “temer” es la palabra adecuada- que será un proceso largo y difícil el que ahora se ha puesto en marcha,  y que cuando las aguas se retiren quedará una Europa tan irreconocible que apenas podremos hablar, aunque físicamente sea posible, de retorno a la patria. Por lo demás, es casi seguro que este continente, que aún sueña en parte con el aislamiento y la conservación de su “way of life” se verá  envuelto muy pronto en el mecanismo de los cambios y transformaciones ¿Cómo podría ser de otro modo? Todos formamos un solo cuerpo y no estamos tan alejados unos de otros como parece; cosa que, por otro lado, no deja de ser un consuelo y un estímulo”.
…………………………..
Su Thomas Mann

Montagnola, 8 de Mayo de 1945
Querido Sr. Thomas Mann:
Hace unos días llegó su carta, que me trajo noticias suyas y me informó sobre su lectura de “El Juego de Abalorios”. Todo ello me alegró muchísimo, y en especial sus comentarios a la dimensión festiva del libro …Parece que la productividad se mantiene más viva en usted que en mí: hace 4 años que no escribo nada, aparte de unos cuantos versos, pero estoy muy contento de haber concluído la vida de Josef Knecht antes de que las fuerzas me abandonen. Por lo demás, el manuscrito estuvo retenido medio año en Berlín, pues me había hecho el propósito de respetar mis obligaciones para con el fiel Suhrkamp (1). Éste pasó mucho tiempo en las prisiones de la Gestapo, y por último fue a recalar, totalmente agotado, en un hospital de Postdam que fue bombardeado al poco tiempo, de modo que ignoro si el leal amigo sigue con vida.  Sin embargo, los ministerios de Berlín calificaron de “indeseable” la aparición de mi libro, que de ese modo permaneció ignorado hasta ahora por el gran público, exceptuando a unos cuantos lectores aislados en Suiza. Sobre la “politización del espíritu” no tenemos, según parece, opiniones muy distintas. Cuando el intelectual se siente obligado a participar en la vida política, cuando el curso de la historia lo destina a ello, tiene -en opinión de Knecht y en la mía propia- que obedecer irremisiblemente. Ha de oponerse, en cambio, tan pronto sea llamado o presionado por una fuerza externa, por el Estado, algún grupo de generales o quienes detenten el poder, como ocurrió por ejemplo en el año 1914, cuando la élite de los intelectuales alemanes fue, en cierto modo, obligada a firmar manifiestos falaces y absurdos….”
……..
Le retorno cordialmente sus buenos deseos. Lo saluda con la amistad de siempre, su
H. Hesse