domingo, 9 de octubre de 2016

Franz Kafka, amaba a las mujeres profundamente




Franz Kafka no fumaba, no bebía alcohol y no comía dulces. A las mujeres las amaba profundamente, pero a la vez temía el placer carnal. El Museo Nacional de Bellas Letras de Strahov, en Praga, consiguió hace poco una carta de la correspondencia que Kafka mantuvo con su segunda novia, Julia Wohryzková. La corta misiva, enviada por correo tubular el 18 de junio de 1919, revela, entre otras cosas, el típico humor literario de Franz Kafka, según precisa Naděžda Macurová, directora del archivo literario del Museo Nacional de Bellas Letras.

“Es una graciosa carta de amor de Franz Kafka a su novia Julia en la que le comunica que tiene que postergar su cita para otro día porque la fecha para la que quedaron es un día festivo, y no es posible encontrarse. No dice por qué. A la vez, de la carta se desprende que Kafka, como integrante de la comunidad judía, tomaba clases de hebreo porque escribe: ´Voy a perder por tu culpa mi clase de hebreo, pero al fin a al cabo, tú también me darás una clase de hebreo y yo prefiero la tuya´”.

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