lunes, 16 de septiembre de 2013

Ruta de los cuentos de hadas en Alemania



Desde Hanau, localidad de nacimiento de los hermanos Grimm, hasta Bremen. Casi 600 kilómetros de leyendas y misterios forman parte de la Ruta Alemana de los Cuentos de Hadas, una de las más antiguas y conocidas del país. Ya han pasado 200 años desde que se publicara el clásico Cuentos para la infancia y el hogar, de la mano de los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm. Grandes lingüistas, durante toda su vida y en plena explosión Romántica trabajaron por recuperar los mitos y leyendas del folclore alemán y popularizaron historias universales como Blancanieves, Hansel y Gretel o El flautista de Hamelín.
El legado literario y lingüístico (estudiaron el origen de la lengua alemana y compendiaron un Diccionario Alemán) de los Grimm será homenajeado en este 2013 con eventos y actividades prácticamente por todo el país. Quizá la forma más completa de recorrer Alemania a través de la literatura de estos escritores sea la Ruta Alemana de los Cuentos de Hadas, que tiene su primera parada en Hanau, lugar de nacimiento de los autores de Rapunzel, donde del 1 de mayo al 1 de julio se celebra el Festival de Cuentos de los Hermanos Grimm. Más allá del atractivo turístico de conocer las calles que vieron nacer a dos de los grandes de la literatura alemana, Hanau esconde los vestigios de una ciudad medieval que trasladará al visitante a la época en la que transcurren muchos de los cuentos de los Grimm.

Steinau, Kassel y Bremen
La siguiente parada es Steinau. Allí se criaron los Grimm y allí se puede disfrutar cada año de un festival de marionetas que representan los cuentos más conocidos de su producción. Y tras Steinau, nos vamos, según sucedió cronológicamente en la vida de Jacob y Wilhelm, hasta Kassel, en cuya universidad trabajaron como profesores.
El Palacio de Bellevue de Kassel acoge actualmente un museo dedicado no solo a la obra de los Grimm, con ejemplares manuscritos de sus famosos cuentos, sino también ediciones antiguas de cuentos de todo el mundo, un legado documental declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El pueblo del que tuvo que huir Blancanieves de su madrastra, con el nombre de Bad Wildungen-Bergfreiheit o la región que recorría Caperucita Roja en su camino a visitar a la abuelita entre Alsfeld y Fritzlar son otras de las paradas que se pueden hacer antes de llegar a Bremen.

Los 1.200 años de historia de esta ciudad están a merced del visitante a través de los edificios que rodean su céntrica plaza del mercado, su ayuntamiento y la imponente estatua a Rolando, símbolo de la independencia de la ciudad desde el 1404. Entre el ayuntamiento y la Iglesia de Nuestra Señora encontramos la icónica estatua de bronce de “Los músicos de Bremen”, inspirada en el cuento de los Grimm en el que se narran las aventuras de un burro, un perro, un gato y un gallo que, huyendo de la muerte segura en su granja, se escapan hacia Bremen, ciudad conocida por su hospitalidad con los extranjeros. La fama de estos intrépidos animales es tal, que se dice que tocar las piernas del burro trae buena suerte. Eso sí, solo si se hace con las dos manos al mismo tiempo.
No se puede abandonar la ciudad sin visitar la imponente Catedral de San Pedro. Un edificio con elementos del románico, el gótico y el rococó de 99 metros de altura, lo que le convierte en el edificio más alto de la ciudad. Y para acabar, se puede concluir este recorrido homenaje a los autores de Cenicienta en Berlín. En el cementerio de Old St Matthew reposan los restos de estos hermanos que gracias a su afán por recuperar las historias y leyendas de la Alemania tradicional han marcado la infancia de millones de niños en todo el mundo.

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