jueves, 11 de julio de 2013

Stefan Zweig-El amor de Erika Ewald

" Las horas se precipitaban y el derramamiento de los sentimientos la protegía de la violencia del día, se confiaba a sueños despiertos, sobreexcitada por la experiencia emocional de su alma, bajo la impresión de palabras nunca pronunciadas temblaba como la rama de un árbol maduro que traiciona la libre lucha de sus frutos. Sollozaba. Fue a su habitación y empezó a desvestirse, con hábito indiferente, lentamente. Era muy temprano, se apoyó en la ventana y miró con dulces sentimientos, leyendo vagamente el brillante pensamiento de la luna intermitente, que exuda miles de vidas lánguidas y ocultas, en la somnolente gravedad del anhelo. Luego se acostó, aguardando al sueño seguro. "

No hay comentarios:

Publicar un comentario