martes, 9 de julio de 2013

Hermann Hesse

Ahora, entremos en materia. Primero nos ocuparemos de Hermann Hesse, nacido en 1877 en Calw, Baden-Wurtemberg. Entre sus obras más importantes y reconocidas destacan: El lobo estepario, Siddhartha, Demian, Narciso y Goldmundo y El juego de los abalorios. Recibió el Nóbel de Literatura en el año 1946. Hesse; un canceriano romántico, soñador, depresivo; el arquetipo de Introvertido de Carl Jung, en su adolescencia abandona todo bajo la premisa: «seré poeta o nada». Durante su vida pasó por diferentes oficios y lugares que alimentaban su creatividad, pasó por momentos difíciles hasta que en 1904 publica su obra Peter Camenzind, y pudo, desde ahí, vivir de sus escritos. A Peter Camenzind le sucedería un período de pocas obras y una crisis existencial y familiar que lo llevaría a tomar un tratamiento psicoterapeútico con  I. B. Lang, discípulo de Carl Jung. La fascinación que le provocaron las teorías arquetípticas y simbolistas de Jung, lo llevaron a escribir la primera de una serie de obras maestras inspiradas en las teorías Junguianas: el tan conocido y popular Demian.
Demian: Historia de la juventud de Emil Sinclair publicada en 1919, inspirada, además de las teorías de Jung, en sus mencionadas crisis, su difícil adolescencia, su estricta educación religiosa, y la sabiduría oriental que tanto le apasionaba. La obra nos relata los años de juventud de Emil Sinclair y su constante búsqueda de su ‘yo’ original, para ésto tendrá la guía de varios personajes entre los que contamos a: Franz Kromer, el infantil verdugo de Sinclair, el primer personaje que pone en jaque las ideas de Emil; Max Demian, principal regente de la vida de Emil, su primer guía y ejemplo a seguir, representa la manifestación positiva del espíritu; Pistorius; el sabio inexperimentado que tiene el conocimiento pero no lo explota ni lo vive; Frau Eva, madre de Demian, y amor platónico de Emir, la representación de la imago materna (psikers). Todos estos personajes brindan conocimiento a nuestro protagonista, conocimiento que él luego digiere, acepta, e interpreta, para luego abandonar a su maestro, abandonar los arquetipos representados por éstos ya que pertenecen al inconsciente colectivo, y continuar en la búsqueda de otro hasta encontrar su verdadero ser.
Este proceso está inspirado en la teoría de Individuación de Carl Jung, teoría inspirada, a su vez, en las filosofías taoístas, budistas, hinduístas. Jung define el proceso de individuación como la tendencia innata de la psiquis a encontrar su centro, su si mismo, un camino progresivo de autoconocimiento, de desvelamientos de la proyecciones, que nuestro inconsciente personal emana de forma natural; y de la toma de conciencia de la acción de los arquetipos en nuestra vida que serán los que tenderán a encauzar principalmente el proceso de individuación. La obra termina con Demian terminando este proceso, asimilando todo el conocimiento adquirido por medio de sus guías y experiencias, y encontrándose a sí mismo sin la necesidad de buscar otro guía.

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